'Momo' vs 'Fahrenheit 451'

Nuestras propias olimpiadas ya están en marcha. En Londres 2012 los deportistas lo están dando todo, pero en las #olimpiadasliterarias de La Milana Bonita los protagonistas son los libros y, por supuesto, los lectores. En el primer cruce de octavos entre dos de los clásicos más importantes del s.XX, Cien años de soledad y El Guardián entre el centeno, la victoria fue clara: Macondo y sus habitantes no dieron opción alguna al bueno de Holden Caulfield y sus aventuras y desventuras por Nueva York. Ahora es el turno de Momo de Michael Ende, la célebre y tierna historia apta para todo tipo de lectores, que se enfrentará a las llamas de Fahrenheit 451, de Bradbury. El protagonista de Momo que tiene la maravillosa capacidad de escuchar a la gente o el bombero de Fahrenheit 451 que no acaba de comprender el porqué de su trágica labor. Uno será el vencedor y vosotros tendréis que decidir votando desde esta misma página o en nuestros perfiles de Facebook o Twitter (siempre añadiendo #olimpiadasliterarias al tweet):

• Momo, ese entrañable personaje que sabe escuchar a las personas como pocos pueden hacerlo tendrá que hacer frente a los temibles Hombres Grises, unos seres que obligan a las personas a ahorrar tiempo hasta tal punto que la gente dejará de disfrutar de la vida, pues cualquier expresión artística o indicio de diversión se considera una pérdida del mismo. Una novela tierna y valiente para lectores de todas las edades.

• Los libros son peligrosos, los libros hacen pensar a la gente; provocan sueños, esperanzas, construyen ideales y acaban con ellos. Los libros deben arder en manos de los bomberos. Esto es lo que propone la distopía de Ray Bradbury, una historia en la que los libros son los antagonistas en el régimen tiránico que propone el autor. ¿Podríamos sobrevivir sin libros? Nuestra respuesta es más que evidente, y Bradbury también lo tenía claro en Fahrenheit 451.

Batalla encarnizada, el fuego contra el tiempo. Y como protagonistas, los libros, como en estas #olimpiadasliterarias. Vosotros decidís quién pasa de ronda. ¡La Revolución ha comenzado!