'El Aleph (y otros relatos)' vs 'La casa de los espíritus'

Continúan los enfrentamientos en las #olimpiadasliterarias de La Milana Bonita. En esta ocasión se suben al cuadrilátero El Alpeh (y otros relatos) del argentino Jorge Luis Borges y La casa de los espíritus de Isabel Allende. Un duelo auspiciado por dos de los más reconocidos exponentes de la literatura latina. Borges, ese eterno erudito de la palabra y del pensamiento, aguarda en un extremo de la plataforma. En frente se encuentra la escritora chilena, autora contemporánea de numerosos superventas (alabados y criticados por igual). La lucha parece prometedora entre dos literatos de corte tan diferente ¡y todo depende de nuestros escuchantes! Existencialismo contra realismo mágico, ¿quién vencerá? El resultado seguro que sorprende a más de uno. Las vías para votar son las de siempre: o bien a través de nuestra encuesta que se aloja en la página web, o mediante Facebook y Twitter (con la etiqueta #olimpiadasliterarias). En el anterior enfrentamiento, Momo consiguió vencer al fuego de Farenheit 451, pero la competición debe proseguir y los participantes de hoy ya están impacientes por comenzar: 

-Un misterioso lugar oculto debajo de una escalera. Borges. El núcleo del espacio tiempo. Carlos Argentino Daneri. Beatriz, Beatriz y Beatriz. Siempre Beatriz. Pero no solo El Aleph, también formaron parte de aquel programa dos clásicos de la narrativa borgeana como El jardín de los senderos que se bifurcan y La casa de Asterión.

-Esteban, Clara, Blanca, Jaime y Nicolás. La historia de cuatro generaciones del apellido Trueba. Revolución, poderes mentales, fantasmas y un perro llamado Barrabás. La casa de los espíritus relata la historia de una peculiar familia, acompañada de dosis de realismo mágico y de un contexto sociopolítico clave en la historia del país andino. 

¿Qué obra se ganará el beneplácito de tan exigentes escuchantes? ¡El destino de estos libros depende de sus votos! ¿Borges o Allende? ¿Beatriz o Blanca? ¿El infinito o lo maravilloso? Recuerden que solo puede quedar uno.

¡La Revolución ha comenzado!

Texto escrito por Nacho Pillonetto