Drácula, de Bram Stoker

De todas las criaturas mitológicas, fantásticas, terroríficas y especialmente malvadas, es sin duda el vampiro la más temida, la más inolvidable, la más representada... y también la más querida. Es inabarcable un análisis exhaustivo no sólo del mito vampírico en sí, sino de cómo ha ido calando en la gente a lo largo de la historia, en canciones entonadas por trovadores, relatos musitados por labios tanto infantiles como trémulamente viejos en noches frías, a la luz de una hoguera o de una linterna; en novelas que emergen como grandes clásicos de la Literatura Universal, en películas que se convierten en obras de referencia dentro de la Historia del Cine, en series de televisión o en cómics de culto...


Desde el capítulo décimo tercero de La Milana Bonita, fieles a nuestro estilo, hemos ido directos a la yugular del vampiro más representativo de todos los tiempos: el conde Drácula, el personaje inmortal (en todos los sentidos) salido de la hábil pluma del escritor irlandés Bram Stoker, que ha llegado a sobrecoger los corazones de media humanidad, que se ha colado en los sueños de quienes se han aventurado a sumergirse en sus páginas... Una pesadilla que con habilidades sobrenaturales penetra en la cabeza de sus lectores, ingenuos humanos que descubren horrorizados una vez que han invitado a entrar al Conde que éste se niega a salir.


Pero, ¿qué quiere transmitir Stoker con el carácter epistolar que empapa a su creación? ¿Es el conde solamente un monstruo, o es, en un nivel más alto, la encarnación del Mal? ¿Existe, en el enfrentamiento Drácula-Van Helsing, una confrontación aún más directa entre la Tradición y la Modernidad?


Estas y otras cuestiones ocupan nuestra Piedra Rosetta de esta semana, que se ve acompañada de nuestra Pluma habitual, en la que despiezamos la vida del autor; las secciones de lingüística Hablar Bien y La Palabra Escondida, nuestra benjamina Bandas de Libros (hoy a cargo de Ignacio Pilonetto) y nuestros Textos Con Contexto, en los que analizamos la figura de Drácula en la cultura popular (cómics, series de televisión y versiones cinematográficas oficiales y peregrinas) y la auténtica relación del conde con Vlad Tepes.



Y por si os quedáis con ganas de más, aquí están, a modo de post-it, nuestras recomendaciones:

El próximo libro que analizaremos en La Milana Bonita: A sangre fría, de Truman Capote:

Eduardo Martín se desvincula de la literatura vampírica y opta por el relato corto "El signo amarillo", de Robert W. Chambers

Ignacio Pilonetto se acoge a los brazos de Anne Rice y recomienda "Sangre y oro"

Sergio Pascual también se sumerge en una novela de Rice y saca del ataúd "Lestat el vampiro"

Víctor Gutiérrez, espejo en mano, revela "Frankenstein o el moderno Prometeo", el otro gran clásico de la literatura de terror, escrito por Mary Shelley.

Samuel Regueira opta por la eterna juventud, y recomienda un imprescindible de la literatura infantil: "El pequeño vampiro", de Angela Sommer-Bodenburg.


Recordad que podéis descargar o escuchar online el resto de programas de La Milana Bonita aquí, suscribiros al podcast a través de Ivoox o iTunes, y estar al tanto de la lista de los libros que iremos analizando tal que acá.


La sangre es vida. La Revolución ha comenzado.